
Llevo dos noches sintiendo la angustia a flor de piel, recuerdo los sueños como si estuviera en un remake y las escenas están grabadas perfectamente en mi memoria, de hecho llego tarde al trabajo porque soy incapaz de despertar a pesar de las pesadillas...
Ayer se quemaba la oficina, escrituras incluidas y llegué a sentir el olor a quemado..., hoy un taxista neurótico con baba y exceso de obesidad maloliente con el pelo grasiento y sonrisa viciosa me echaba los pestillos del coche y me paseaba por el Paseo de Extremadura sin dejarme salir...mientras sonreía y me miraba soltando el volante...
Y es que las pesadillas no son sueños...
Lullaby
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