Pocas cosas me han dejado con la boca abierta como el espectáculo que ví el domingo, Corteo no es un simple espectáculo circense, es mucho más, es una oleada de buen gusto en cada detalle, la ropa al más estilo cabaret flotante, (cuanto me acordé de Pia Tedesco esa tarde), colores pastel entre alas de algodón, camas elásticas para cuerpos elásticos, la música en directo, el sonido del violín, las luces, el olor, la fuerza y las sonrisas, un público entregado,
una enana volatil con un vestido de època, las lámparas, y los cuerpos de goma, seres que llegan del sol, y que desaparecen por la Tierra..., para mi seres de otra galaxia, donde no hay cuerpos enquilosados, donde todo fluye entre la perfección y el mínimo esfuerzo...un espectáculo que de largo se hace ameno, un montaje espectacular que no quieres que acabe y que te hace disfrutar ante la admiración de los cientos de ojos que estábamos mirando por allí...sólo un pero, que el encanto de los principios se ha convertido en un merchandising donde igual te venden un mojito que una máscara como esta...
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