Nada mas entrar en la clase, estaban todos nerviosos, sentaditos en sus minisillas y apoyados en sus minimesas, mientras uno chupaba el baby ennegrecido, la otra se sacaba los moscos sin pudor mientras la de al lado ya se los había comido.
Los niños son muy guarros pero muy guays tambien.
Era nuestra clase del dia de la ciencia y había que enseñarles lo de la semillita y todo eso, fue un despliegue de medios: vasitos de yogur, algodón y lentejas, agua para guarrear y por supuesto ese toque Chus de comprar pegatinas de princesas y de cars que hicieron temblar a más de una madre...
Bueno, lo más chulo de todo es ver como se desenvuelven en clase, cual es su sitio y su espacio, adentrarse en su pequeño mundo y descubrir que Sor Nati es igual de bajita que ellos y que yo creo que por eso todos la quieren abrazar.
Lori Meyers Corazón elocuente
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