
Cuando el tiempo haya modificado
mi estructura, y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
Homenaje a Angel Gonzalez, poeta de anchos espacios y largo tiempo.
A la poesía se le ha muerto el mayor poeta vivo.
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