jueves, 13 de marzo de 2008

DAMOCLES




Cada año, la espada de Damocles pende sobre mí, es entonces cuando los propósitos de cuidar mi cuerpo y mi mente se apoderan como si la vida me fuera en ello y es que eso precisamente es lo que me juego cada año que pasa.



La espera estos días la intento calmar con la mente proyectando ilusiones, pero no puedo evitar como una moviola recordar lo que supone esa maldita enfermedad.

La enfermedad silenciosa como yo la llamo, la que aparece sin dolor y que acaba en alaridos, la que te come el cuerpo y te deja la mente intacta, la que no quiero pronunciar su nombre y con la que hay que luchar, aún antes de que aparezca.
Lo bueno y lo malo - Chambao y Estrella Morente





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