miércoles, 16 de junio de 2010

EL BOTE DE ORINA

Ayer me dice mi chico, tu blog se está convirtiendo en un auténtico coñazo, con tanta fotito y tanta exposición que pareces una cultureta..., pon alguna entradita de la niña...o de otra cosa que no sean fotos, por Dios!


Así que hoy la entrada se la dedico al bote de orina.


Hasta hace poco tiempo los botes de orina había sido así,
sencillos, sin ninguna pretensión , pero ya no...., el otro día me dieron uno como los de siempre pero con un pincho incrustado dentro y al lado un bote más estrechito de cristal de los que te daba antes solos y te terminabas meando la mano, pues ahora vienen en un pack, por lo que meas en el grande, despues pinchas el estrecho en el pincho que lleva el grande y se hace un vacio que llena el estrecho del pis que el otro tiene dentro...parece fácil y lo es..., pero confieso que tuve que releerlo y al final seguí las sencillas instrucciones de mi compañero, el experto por el del doble jota...

Cuando al día siguiente llegué a hacerme el análisis me di cuenta de que el nuevo invento era un error, y que la mayoría de personas habían seguido meando del tirón en el interior del vasito de siempre.


Casi nadie había acertado, a una señora que ya es dificil, se le había quedado el pincho para dentro y no había podido sacar el bote estrecho, cosa que dejó a la enfermera completamente estupefacta, pensando pero como coño ha podido conseguir esto..., la señora repetía sin parar " se me ha quedado dentro, no lo entiendo, le he debido apretar mucho, no se como ha podido pasar", a mi me miraba con recelo diciéndome y a tí no se te ha quedado dentro?, y ella venga abrirlo y venga a cerrarlo que sólo le faltaba a la tía meter el dedo dentro...y remover, y yo que no quería pero al final se lo tuve que decir," señora no abra tanto el frasco que le va a salir una infección de cojones... "

Otra que si le faltaba la pegatina, y el resto traían meados los dos frascos por si acaso, pero lo peor fue ver como un señor había meado en uno y cagado en otro sin ninguna necesidad, la enfermera que los recogía no daba crédito a lo que veía y sólo decía, pero..." en que hora han cambiado los botes de orina..."

Mientras, yo sostenía mi tarrito con fuerza esperando mi turno, cuando me tocó, le dije muy bajito, no se si lo habré hecho bien, ella levantó la cabeza, observó que no había otro clavado dentro, que tampoco estaba cagado, que no se le salía el pis, y símplemente SONRIÓ...

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