Hace unos días el péndulo estaba arriba, tan arriba como Olivia en esta atracción,igual que ella casi tocaba las nubes yo ya estaba en una de ellas..., mi cuerpo pululaba por la playa, mi mente flotaba sin saber qué me pasaba pero no era yo...
El cansancio, los mareos y los despistes se palpaban levemente , mientras yo deseaba achacarlo a la anemia que desde hace años convive conmigo...
Ahora después de hacerme algunas pruebas ya se que me pasa y es parte de la herencia y de la genética azucarada que brotaba por sus venas y que ahora ya están en las mías...
Hoy no quiero escuchar ninguna canción...
1 comentario:
¿¿¿???
Isol no nos dejes con estas dudas...
que según lo cuentas suena a una de esas enfermedades duras, duras.
No quisiera ponerle nombre,
pero sea el que sea que seguro que lo superas,
espero que no te sea tan duro.
Recibe un besazo,
y mucho ánimo,
Luis.
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