La música siempre me ha acompañado, en general como a todas las personas escucharla te transporta a un determinado estado de ánimo, de hecho en un bypass de mi vida he sido incapaz de escuchar nada porque cualquier nota me ponía triste.
Desde hace unos días no paro de escuchar música, es un síntoma más de que vuelvo a estar viva.
Por eso quiero inculcarle a mi hija ese sentimiento, por eso me gustaria que algún día eligiera entre la guitarra, los bongos o el violín y si no le gusta ninguno que se quede con el silencio.
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