jueves, 23 de abril de 2009

UNA TARDE CUALQUIERA...

Quedo con el de la inmobiliaria que se cabrea porque le digo que la casa que me enseña es muy cara...

Me quedo en el parque mientras le saco la arena a Olivia que se cae de morros con la boca abierta, no la dejo montarse en un columpio que contiene un lapo grandioso.

Una madre me mira fatal porque mi chica le arranca de cuajo el cubito a su hijo, me sigue mirando peor cuando le da en la cabeza con la pala...al final me llevo a la niña mientras se sacude en el carro cual posesa...

Le compro jamón de york para cenar.

Me acerco a una tienda de fotos para admirar mi próxima adquisición , mientras el dependiente me da una clase teórica de las proezas de la cámara, Olivia aprovecha para sacarse la mierda del pañal y restregársela por los leotardos verdes guarreados de tierra, yo noto el olor, el señor guarda la cámara, me ofrece unos kleenex y es entonces cuando soy consciente de que debería salir como una madre preparada con las toallitas húmedas para quitarle la mierda de sus manos.
El señor me despide, limpio a la niña como puedo, salgo pitando para casa, de camino pregunto el precio de las alianzas , voy con la hora pegada al culo, me encuentro a mi vecina que se para a enseñarle su gato a la niña, el gato huele a Olivia y huye espantado, la niña detrás del gato, el gato se esconde, la niña llora, sin quitarme los zapatos, le lleno la bañera, meto la ropa en la lavadora, introduzco a la niña en el agua, la lavo, la saco, la seco, le doy aceitillo en el cuerpo, le masajeo los pies, le pongo el pijama, hago la cena, me arreglo, beso a mi chico y acabo en un estudio de Vallekas viendo fotos de novios en el Templo de Debot, horror!

Vetusta Morla - Salvese quien pueda

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