Si buscas un sitio donde no haga frío, los sofás sean cómodos y las copas baratas, te tienes que ir al BINGO.
No me pregunteis como pude acabar el sábado por la noche allí, supongo que porque no había ido nunca y me picaba la curiosidad..., Todas mis dudas se resolvieron en cuestión de diez minutos, lo que duraron dos cartones.
El perfil de las personas que allí estaban no tienen nada que ver con esta simpática jovenzuela.
Mucha gente sola, sin mediar sonrisa, sólo espectantes y deseosos de oir el número que les faltaba para poder seguir estando una hora más entre los sofás mullidos, rodeados de gente y evitando la soledad que les espera en su casa.
Conclusión: A mi los bingos me dan mucha pena...
Conclusión 2: A mi los bingos me parecen un rollo...
Conclusión 3: Yo no quiero acabar en el bingo los sábados por la noche..., aunque esté sola.
Morrisey Everyday Is Like Sunday
1 comentario:
desde que me contaron que había empresas que se dedicaban a la limpieza de los sillones de BINGO pq las señoras se mean directamente encima para no perder oportunidad ... me da mucho ascooo
Además el personal también me da mucha pena
be
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