lunes, 27 de octubre de 2008

Mi hija para mí es un regalo caído del cielo, mandado desde un lugar misterioso, la compañía perfecta que siempre ansie y que me hizo mi madre para que no me sintiera sola y vacía cuando me dejó..., la antítesis de la muerte y la vida, lo que acaba y lo que empieza, lo que se va y lo que viene, la oscuridad y la luz, las lágrimas y la risa, el fin y el principio , despedir y recibir... con los brazos abiertos...
Si ella te hubiera conocido te habría comido a besos, hoy te los manda desde allá o desde allí, o desde aquí, te besa cada mañana cuando te levantas y cada noche cuando te acuestas..., son los besos ciegos que sólo sientes tú...
Ella sabía que sólo tú podrías calmar mi dolor y llenarme la cara de sonrisas..., como lo haces cada día...
PD: Mi niña de elegante como seguramente la vestiría mi madre en más de una ocasión...
Everybody's Changing - Keane

1 comentario:

Anónimo dijo...

deixas-me sem palavras

be